El merengue suizo es uno de los más populares en la repostería, famoso por su textura suave, brillante y su firmeza. Es perfecto para decorar pasteles, cupcakes o hacer merengues horneados. Lo que hace especial al merengue suizo es que se prepara calentando las claras con azúcar, lo que le da una consistencia más estable. Aquí tienes una receta fácil y deliciosa para hacerlo en casa
Ingredientes:
- 75 g de claras de huevo (aproximadamente 2 claras)
- 130 g de azúcar
Pasos:
Mezclar las claras y el azúcar
En un bol, agrega las claras de huevo y el azúcar.
Preparar el baño María
En una olla colocamos un poco de agua y ponemos a fuego medio. Pon un bol resistente al calor sobre la olla, asegurándote de que el agua no toque el bol (esto es lo que se llama baño María).
Calentar la mezcla
Coloca el bol con las claras y el azúcar sobre el baño María. Revuelve constantemente con una espátula o batidor de mano. Calienta la mezcla hasta que esté tibia al tacto, aproximadamente a unos 40-45°C, y asegúrate de que el azúcar se haya disuelto completamente y que las claras de huevo no se te cocinen. Si tienes un termómetro de cocina, ¡es ideal para medir la temperatura!
Batir la mezcla
Cuando la mezcla esté lista, retírala del baño María y comienza a batirla con una batidora eléctrica a velocidad alta. Continúa batiendo durante unos 5-7 minutos hasta que el merengue forme picos firmes, brillantes y con una textura suave y sedosa.
Usar el merengue
Una vez listo, puedes poner el merengue en una manga pastelera y forma pequeñas montañitas coloca encima de una bandeja para hornear.
Precalienta el horno:
Precalienta tu horno a 90°C (194°F). Es importante que la temperatura sea baja para que el merengue se seque lentamente y no se queme.
Horneado:
Hornea el merengue durante 1 hora y media a 2 horas. El tiempo puede variar dependiendo del tamaño de los merengues.
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¿Sabías que?
El merengue suizo es tan versátil que se puede teñir con colorantes alimentarios para crear decoraciones coloridas y llamativas.